Diseño y contexto histórico |
La industria de la joyería se vio significativamente afectada por el inicio de la Segunda Guerra Mundial en la década de 1940. Los metales preciosos, en particular el platino, escasearon y, en algunos casos, incluso se prohibió su venta. El paladio se utilizó como sustituto del platino en el esfuerzo de guerra. Para aprovechar al máximo la oferta limitada de oro, se utilizó una aleación de oro de bajo quilate con un mayor porcentaje de cobre. Esto resultó en oro con un sutil tono rojizo, pero mediante el uso de diferentes aleaciones, el oro pudo aparecer en una gama de colores dentro de una sola pieza. El oro también se manipulaba de varias maneras, como tejido, trenzado y enrollado. Técnicas como la resilla, la cannetille y la filigrana de encaje reaparecieron en la joyería. También se utilizaron diferentes texturas dentro de un mismo diseño, con acabados mate colocados junto a acabados brillantes para acentuar el diseño. El oro se convirtió en el principal metal utilizado en joyería durante las décadas de 1940 y 1950.
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Materiales y artesanía |
Plata: El metal de la elegancia y la versatilidad
La plata, conocida por su brillo brillante y reflectante, es uno de los metales preciosos más queridos y utilizados en el mundo. Este metal versátil ha sido apreciado durante miles de años, no solo por su belleza sino también por su maleabilidad, lo que lo hace ideal para elaborar diseños de joyería complejos y delicados.
Históricamente, la plata se ha asociado con la luna y se ha considerado un símbolo de pureza, claridad y protección. Las civilizaciones antiguas, desde los egipcios hasta los griegos y los romanos, valoraban la plata por su belleza y la utilizaban para crear monedas, joyas y artefactos religiosos. En muchas culturas, también se cree que la plata tiene propiedades curativas, y a menudo se usa en amuletos y talismanes para protegerse de la energía negativa.
En la joyería moderna, la plata es apreciada por su asequibilidad, versatilidad y atractivo atemporal. La plata esterlina, una aleación de 92.5% de plata pura y 7.5% de otros metales (generalmente cobre), es el estándar utilizado en joyería de alta calidad. Su durabilidad y su superficie brillante y reflectante lo convierten en una excelente opción para una amplia gama de diseños, desde piezas minimalistas hasta creaciones ornamentadas. La plata se puede pulir hasta obtener un alto brillo o darle un acabado mate, oxidado o envejecido para adaptarse a varios estilos.
La plata es más que un simple metal; es un símbolo de elegancia, flexibilidad y lujo discreto. Su popularidad duradera y su amplia gama de aplicaciones lo convierten en un elemento básico en joyería que puede complementar cualquier look, desde casual hasta formal, con una gracia atemporal.
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